domingo, 7 de julio de 2013

Vos y yo, yo y vos, yo sin voz, la voz de vos, mi vos

De nada sirve que trate de convencerte al decir  que las discusiones son dialéctica  y eso es bueno para nuestra relación. No peleamos demasiado, es cierto, pero cuando lo hacemos no llegamos a mucho. Ayer y hoy discutimos y se me ocurrió la idea de que esas discusiones son hasta cierto punto buenas, pues nos ayudan a conocernos, a afianzarnos, a aprehendernos; pero da la casualidad de que a ti no te gusta discutir y entonces yo quedo como el camorrero. Si, esto tiene que ver con mi re-actividad ante ciertas cosas de la vida, que soy como un niño que se rebela ante los padres, por eso también andaba en marchas y formo parte de un colectivo político y creo que vivimos en estado fallido y que el sistema esta jodido, o más bien nos jode a nosotros; pero no se trata sólo de creer, sino también de actuar.

Somos muy diferentes, los gustos, la música, las películas, el pensamiento político, las creencias religiosas y muchas cosas más en las que no estamos de acuerdo. A veces son las diferencias lo que nos une, lo que nos atrae, pero otras veces son estas mismas las que nos alejan. Yo pienso mucho y cuando nos conocimos te enredaba con labia, te explicaba conceptos, te decía que yo no quería un relación de novios, porque era heterosexista; hasta eso soy capaz de descender del mundo de las ideas y explicar con todo y ejemplos, no me quedo solo en la chaqueta mental. Y tú parecías aceptarlo un poco, "no llamarnos novios sino pareja", "no regalarnos rosas", "ninguno tiene el papel del hombre y de mujer porque los dos somos hombres", "el amor se construye, no se crea espontáneamente" y muchos otros enunciados. Pero después descubrí que tu prefieres el actuar y no darle tanta vuelta a las cosas como yo, que por tanto pensar puedo caer en pensamientos mórbidos que sólo me deprimen o me hacen entrar en un estado nihilista... esa es otra gran diferencia, así que contigo no puedo tener charlas intelectualoides donde practiquemos el onanismo mental, esas horas las cubrimos con cerveza, aunque aquí me hubiera gustado escribir que las cubríamos con horas de sexo, pero no es así.

Total, yo no sé si saque a colación las discusiones como una forma de dialéctica para excusar mi espíritu pensador y camorrero, o lo hice simplemente porque estoy leyendo a Córtazar y los del Club hacen alusión a la dialéctica; al caso da lo mismo, vos no sabés que es la dialéctica ni te interesa.

sábado, 29 de junio de 2013

Días

Hay días que tengo ganas de ver, ver, ver, y me meto a tumblr o busco una película extranjera, la película la miro no la veo, los tumblr's pasan uno detrás de otro; las imágenes porno, los dibujos, los gift's, el chico del grupo inglés que le gusta a mi hermana con todo y su cabello rizado. Si quisiera observar me iba al parque, a observar a la gente, o subía el bus para quedarme viéndolos de fijo y recordar a mi amigo que me decía -Si los miras tan fijo alguna vez alguien se puede enojar y te va a soltar un putazo- pero a mi me gusta observar a las personas, si se comportan raro, si llevan tatuajes, si llevan ropa que llame mi atención, si son guapos o feos; creo que hay muy poca gente fea, de hecho me atrevería a decir que hay más guapos que feos, sin embargo hay mucha más gente común, que no es guapa ni fea, simplemente no llaman la atención...

Otros días tengo ganas de leer, y leo todo lo que me encuentro; las revistas viejas, los periódicos pasados. Busco en una página de escritores amateurs que escriben historias romanticonas con toques eróticos y a veces porno. Pero no todos actualizan a tiempo sus mini-novelas o "fanfics" y me dejan con las ganas de seguir leyendo, a veces ni siquiera terminan sus historias y yo me veo obligado a buscar otra y leerla, para terminar igual, sin terminar. Otras veces leo libros, y veo nombres que me encantan, el último nombre del que me enamore fue "Etienne", que es francés y se pronuncia hasta la n y suena como "Etienn", yo digo que me gusta para ponerle así a un hijo, pero como son muchos los nombres que me gustan, terminaría teniendo más de 5 hijos para ponerle a cada uno un nombre especial. Me gusta leer de todo, menos lo que tiene que ver con la tesis, aunque últimamente he soñado mucho con ella.

Algunos días simplemente quiero oír música, no quiero leer libros, ni fanfics, ni ver tumblrs ni películas, sólo quiero oír música. Y esos días escucho de todo, aunque últimamente he escuchado a Charly García, cuya música me parece más tranquilizadora que los ansolíticos, también me brinco a Mercedes Sosa, Gustavo Cerati y Liliana Felipe. El nuevo cd de Julieta Venegas me parece casi redondo y magnifico. Alguna que otra canción de lo nuevo de Hello Seahorse! y le paro de contar, porque hay veces que no hago más que oír música.

Hay días de todo, pero lo que más quisiera, son días en que sólo quiera escribir, y así poder terminar mi tesis o al final poder redactar ese cuento que tengo en la cabeza desde hace meses 

martes, 4 de junio de 2013

Estos días me hacen sentir como relojito de Dalí

En un ambiente estático, seco y caluroso,  insolado  me derrito y yazco desparramado, mientras el tiempo se me escurre a gotas; las hormigas se me suben y no quiero ni espantarlas...



lunes, 27 de mayo de 2013

Me gusta....

Me gusta el chico con la boca como de gato, que nunca sonríe en las fotos, pero hace una mueca graciosa;
otro que es extranjero, con ojos grandes y cuyas letras me enamoran;
uno que tiene una barba desarreglada, de más de tres días y los ojos de perrito triste, como Nicolas Cage cuándo era joven y podía gesticular;
uno más con un cabello hermoso, una cara de ángel y una actitud de chico rudo;
hay uno que sale en un video, de no sé quien, con el cuerpo completamente tatuado y eso me agrada;
ésta el chico que vive a unas cuadras, el que me gusta desde que yo era más joven y al cual nunca le he hablado; mi amor platónico, que no es tan platónico, con su sonrisa amplia y sus dientes medio chuecos; el reportero que me topaba en los eventos a donde iba; el amigo de mi amiga que es junkie; el actor porno gringo; el escritor muerto; el obrero con el que me senté en el camión; mi ex; mi amigo que no vive aquí; el tipo que conocí en el antro; el que corría junto a mi en la caminadora; el de la panadería; el actor colombiano...

Probablemente él me guste más que tú, pero nadie te quiere como yo a ti; y nadie me trae esa paz, ni ese sentimiento de alivio, de saber que todo esta bien; ninguno me hace sentir como tú...

martes, 26 de febrero de 2013

El plan


Días después de las primeras declaraciones, la madre admitiría que “no estaba al tanto de lo que sucedía en su casa”, entre tironeos y empujones de la presa, la mujer con los ojos aguanosos y el semblante altivo hablaba. La opinión pública reprobaba su conducta como madre, ¿cómo era posible que no supiera lo que ocurría en su propia casa?; unos la culpaban directamente; otros la compadecían por la tragedia; pocos decían que era víctima, como tantos, de la sociedad moderna que aleja a las mujeres de su casa y las fuerza a buscar trabajo. Tal vez todos tenían razón. Lo cierto era que aún antes del divorcio, ella sola se hacía cargo de la casa, tres hijos y dos perros no son muy fáciles de mantener. Se  pasaba la mayor parte del día ocupada en su propio negocio de bienes raíces. La única que estaba enterada de lo que pasaba en la casa era Juana, la empleada domestica, y aunque lo sabia nunca tuvo la suficiente claridad como para entender.

Ya se le había hecho costumbre oír el nombre por toda la casa, escuchar sus canciones todo el día y verlos en todos los rincones: en recortes, revistas y hasta en la ropa. A ella le gustaba la música pero no en ingles y menos de chavitos, ella era feliz poniendo el radio a todo volumen mientras hacia el quehacer, pero siempre por las mañana, cuando no había nadie en casa. Al llegar los niños todo se volvía caos y griterío, ella llegaba de la “secu” y el más pequeño del “cole”, luego esperaba a que llegara el más grande y después de servirle de comer se retiraba, dejando la casa a merced de los tres. A veces se iba con el corazón arrugado como bolita de papel, había visto crecer a los tres y le causaba un poco de tristeza dejarlos solos, pero no era tanto el sentimiento como para dejar a sus propios hijos abandonados en su pequeña casa.

Antes del “accidente”, antes de que le pareciera sospechoso, antes que todo se saliera de control, Juana estaba alegre, porque al final los dos más chicos se unían, no importaba que el motivo fuera ese grupo de música de gringos bonitos. La niña se volvía loca por ellos, constantemente le oía decir que eran guapísimos, que eran buena onda, que sabía todos sus gustos; lo cual para ella era inconcebible, pues pareciera como si la niña los conociera en persona y de toda la vida. El niño pequeño, de 10 años, poco a poco se involucro junto con su hermana en la adoración del grupo. Juanita, como los niños le decían de cariño, no lo creyó raro, a decir verdad el pequeño era muy amanerado, ya se le veía lo mariconcito, y que gustara tanto de un grupo de chavos bonitos no le era tan extraño. Aunque ella seguía sin saber bien que les veían a los integrantes de la banda, eran güeritos y sin mucho chiste, muy “delicados” y vestían muy entallados, de atractivos y masculinos no tenían nada.

Cuando supuso que eso no era tan norma, fue cuando encontró en el cuarto del mayor una revista del corazón que tenia a los miembros de la banda de en la portada, y sin embargo no le dio mucha importancia a esto, seguramente uno de los niños menores la había dejado olvidada ahí. Mientras tanto la señora de la casa estaba ausente, como siempre,  y consentía a los niños comprándoles los cd’s, las revistas, los libros, la ropa, los llaveros, la mochila; toda la mercadería relacionada con la banda, sin interesarse en lo que tocaban o en sus  propios hijos. Las sospechas de Juanita de que algo no andaba bien, se vieron redobladas cuando un día por la mañana, en que el más grande no había ido a la universidad, lo encontró escuchando la música de la banda en su computadora mientras creía que nadie lo observaba.

Juanita no tenía mucho que decir, ella no entendía de esas cosas, pero sabía que no era bueno que los tres muchachitos estuvieran tan obsesionados con la banda. El mayor lo ocultaba bien, su obsesión por el grupo no era tan evidente, sin embargo ella era consciente de su gusto y lo podía notar en su forma de vestir que imitaba a la de los integrantes del grupo.  Lo único que agradecía era que sus dos hijos estuvieran tan alejados de esa realidad como para que se vieran afectados.

Mientras que para los medios de comunicación y para la propia banda fue sinónimo de éxito el hecho de que las entradas para sus conciertos fueran agotados en minutos, para miles de fanáticos, y para los tres muchachos, esto represento una tragedia. Mamá había dicho que les dejaría ir, y que compraría boletos para los tres, el mayor iba de chaperón, pues la presentación seria fuera de la ciudad y los dos menores de edad no podrían viajar solos. Sin embargo, cuando quiso no pudo conseguir ningún boleto disponible y los revendedores pedían un precio exorbitante que ella no estaba dispuesta a pagar.

¿Cuándo se les ocurrió tan malévolo plan?, nadie sabría decirlo con exactitud, ni los mismos involucrados. Por medio de las redes sociales es que sabían todos sobres sus ídolos, lo que habían hecho, donde habían estado y con quien. Era un poderoso instrumento para sentirse parte de sus vidas, y los miembros de la banda y su manager lo sabían a la perfección. La idea para el plan fue tomada por la adolescente, de otro artista juvenil del momento; la estrella había estado haciendo caridad, y entre sus múltiples actos de bondad (mercadotecnia) había conocido a una niña desahuciada por el cáncer y cumplió su sueño de darle un concierto privado. Cuando  la hermana de en medio conoció la historia, y supo que a sus ídolos adolescentes le había dado por hacer caridad, se le ocurrió el plan, era sencillo, o al menos a ella le parecía. Para poder conocerlos, sólo tenía que haber una desgracia semejante en la casa, subir un vídeo a Internet que llamara la atención de la banda y que ellos lo contactaran.

Compartió su idea con el hermano menor, a manera de broma mientras veían la televisión juntos. El pequeño, siguiendo en tono de juego, creyó que sería fantástico. Luego ella misma se lo hizo saber al hermano mayor, que pareció no darle importancia. A los pocos días la idea parecía haberlos poseído a los tres, tanto como el grupo mismo. No fue necesario hablarlo en secreto, pudieron discutirlo abiertamente una de tantas tardes en que su madre los dejaba solos.

¿Quién sería el afectado? El hermano mayor estaba descartado, era muy grande para ser admirador de la banda y no causaría tanta compasión… ¡compasión!, eso era lo que necesitaban, alguien tierno, tan adorable y desahuciado que provocara cumplirle todos sus deseos. No cabía duda que el hermano menor era la persona perfecta para interpretar al personaje. El niño tenia una cara adorable y siendo presa de un mal incurable sería la encarnación perfecta de un querubín o un santo. Así que después de haber elegido al afortunado hermano que los acercaría a sus ídolos, tocaba el turno de discutir cual de tantos males que pueden afectar a los niños sería el perfecto para el chiquillo.

Habían pensado en algún tipo de cáncer terminal, alguna leucemia, pero era poco probable que el niño padeciera esto, y ningún médico estaría dispuesto a seguir con dicho plan, menos la madre, que debería al tanto del estado de salud del pequeño. Tenía que ser algo rápido, un suceso que de un momento a otro cambiara la vida de hermano menor, pero al mismo tiempo algo tan dramático e impactante como para levantar simpatía. Pensaron en un intento de suicido producido por el bulling que el niño sufría, pero el niño no era víctima de bulling, antes bien era adorado por todos en el colegio; un incendio tal vez podría dejarlo deforme y provocar lástima, sin embargo ponía en riesgo la vida de todos y sería sumamente doloroso; o tal vez un accidente en coche donde el chico terminara cuadripléjico o al menos sin poder caminar, pero  un accidente en coche requería de mucha organización, debía ser algo más simple, pero que lo dejara lo suficientemente dañado.

Después de mucho pensar y discutir, de debatir pros y contras, decidieron que un niño afectado de sus capacidades motrices sería el mártir perfecto, un pequeño niño que no puede correr, ni nadar, ni jugar fútbol  despertaría mucha ternura. Así que el plan fue simple, aventarlo de las escaleras centrales de la casa, si era necesario más de una vez hasta que obtuvieran el resultado esperado, claro, sin pasarse de la mano como para que el niño terminara muerto y con el todas las esperanzas de conocer a sus ídolos.

Los dos chicos no supieron explicar cómo habían obtenido las agallas para comenzar, ni dijeron quien fue el que lo empujo de las escaleras la primera vez, pero si dijeron que después de la vez primera el pequeño yacía tirado sollozando al pie de las escaleras. El hermano mayor alertado por la hermana le dijo que lo recogiera y le subiera de nuevo para volver a tirarlo por si no había quedado con suficiente daño, así lo hizo y repitieron la operación. Después de la segunda caída, cuando vieron el cuerpecito tirado en una posición incómoda hasta para un contorsionista, y que de su sien brotaba un hilito de sangre, se les paso la excitación del momento. Ella conmocionada salió gritando a la calle, arrepentida confesó ante los vecinos atónitos que habían salido de sus casas para ver que ocurría y quienes no comprendían que pasaba hasta que vieron salir de la casa al mayor de los tres hermanos con el chiquillo en brazos.

La banda emitió un comunicado en el cual se deslindaba los hechos, así mismo se mostraba muy triste e indignada y lamentaba lo acontecido aquella tarde en una ciudad cuyo nombre jamás habían oído en su vida.  Ambos hermanos terminaron recluidos en la correccional de menores, después del proceso se decidiría su cambio a la penitenciaria regional. Su madre estuvo presente durante todo el juicio, sólo hasta que éste término pareció esfumarse de la ciudad. La única que visito a los chicos hasta el día que estos salieron libres fue Juanita, para cuando esto sucedió la boyband se había separado hace mucho tiempo.

lunes, 18 de febrero de 2013

Someone's lover

Viene a la casa cuando no hay nadie y yo sé que tenemos tiempo. Hace algunos años salimos pero nunca llegamos a ser novios y en este último mes se dio el reencuentro. Es grato estar con él y platicar sobre libros, películas y arquitectura. En algún momento me plática de su novio pero a mi no me importa, me cuenta sobre el perrito husky que compraron juntos; o del llavero que le regalo para su cumpleaños; sobre como se conocieron y los lugares a los que van. Pero a mí en realidad no me importa, yo sólo quiero que pasemos un buen rato, que los vecinos no lo vean y que se vaya antes de que alguien llegue a casa sin avisar. Al finalizar sus visitas, tendido semidesnudo en la cama mirando hacia el techo, pienso que siempre quise ser el amante de alguien.



lunes, 4 de febrero de 2013

Tan contradictorio como el mismo sistema


"Vivimos en una sociedad antagónica y estos antagonismos nos atraviesan a nosotros. Nos declaramos anticapitalistas pero tenemos la cabeza llena de ideas generadas por el capitalismo. Nos declaramos procapitalistas pero en la práctica cotidiana luchamos de mil maneras contra la agresión del dinero y por hacer las cosas de otra forma. Nuestra existencia es una existencia contradictoria y en la lucha contra el capitalismo tenemos que reconocer y manejar estas contradicciones, no buscar una pureza revolucionaria que no puede existir."   

John Holloway