lunes, 12 de marzo de 2012

Criatura desértica


Ataca con ponzoña como las serpientes. Silencioso y repentino ataque. Es su jodida mañana de no hablar claro. Tenía razón papá cuando le decía que sus ojos eran de víbora. Pero a alguien tiene que atacar, sacar un poquito del odio que guarda para sí misma, no importa si  es extraño o conocido.

Le gusta pasear por entre los cardenches, que con sus espinas en forma de gancho se atoran y  le arrancan pedazitos de piel y carne. Es su masoquismo una forma de suicidio parcial.

Le gusta dañar y que le dañen.

Busca pareja sexual entre la oscuridad y la luz neón  del desierto. Engañosa y seductora se mueve lenta y cadenciosamente lista para ligar. La presa es disfrutada en la actividad sexual y abandonada al instante. Puede ser esta una  forma de alimentarse y de postergar su vida y sufrimiento. Guarda gusto por lo estético,  vano y efímero, lo cual se ve reflejado en la elección de sus presas. Dicen que nunca vuelve a repetir
Siente desdén por la vida y es que no le importa mucho lo mundano, por eso se la pasa mirando por la ventana en dirección hacia el cielo cuando viaja en el camión, con los audífonos en los oídos y la imaginación a kilómetros de allí.

Se ha vuelto la traición constante de vida. Traicionada por amigos, amores  y por ella misma. Desde el momento en que se falló supo que nadie podía volver a respetarle y ha convertido a la traición en estilo de vida. “Traicióname que yo te traicionare”.

Otras veces se recluye en si habitación. Abandona a todos y ella misma. Dedica largas horas a la contemplación y placer propio. Alimaña que se refugia del insoportable calor, corre y se esconde bajo una roca.

No hay el agua suficiente en este yermo paraje para que se vea reflejada en su totalidad, por eso busca verse  reflejada en los ojos ajenos y es solamente allí que puede descubrir su forma y su color.

A veces un pez que nada en esta laguna seca, a veces el pajarillo que canta en el campo yermo, a veces la suculenta altanera que toma el sol en el monte, a veces  una roca milenaria en el cerro. Criatura desértica, hija de la soledad y la insolación, del agua que falta, del sol que sobra, del aire seco, las tolvaneras y el polvo. Tan extremosa como el clima, tan particular como el origen de la región.

martes, 6 de marzo de 2012

La muerte del ave

Murió sin tocar el suelo, como un pájaro victima de la resortera y el buen tino de un niño malicioso.

Todo fue tan rápido, y sin embargo puedo ver cada detalle en mi mente: el camión destartalado que no hace alto total cuando él intentaba apearse; sus pies en sus zapatos viejos de obrero a escasos centímetros  de tocar el suelo. La señora en su carro último modelo color blanco que no lo ve y sigue  de frente. Su cuerpo obeso, proyectado por los aires con la gracia de un guajolote en vuelo. La cabeza estrellada contra el asfalto caliente, como cuando se arroja un huevo.

Murió en el aire y quiero pensar que en alguna cultura eso es señal de algo y que ira directo al paraíso  o reencarnara en ave.



lunes, 5 de marzo de 2012

Cansado de sentirme cansado

(No leer si no se quiere llenar de vibras negativas)

Estoy cansado de sentirme cansado, y no hacer nada en todo el día mas que divagar. Estoy cansado de sentirme enfermo o indispuesto. Estoy cansado de quejarme, de estar descompensado y a la menor provocación querer llorar. Cansado de tener kilos de más. Cansado de no tener las suficientes ganas ni fuerzas para hacer lo que quiero y me corresponde. Cansado de que en la Facultad nada me motive. Cansado de tanto aborrecer. Cansado de intentar en vano sacar fuerzas. Cansado de hacer las cosas por obligación. Cansado de estar solo por las mañanas. Cansado de sentirme/saberme inútil. Cansado de no tener ganas de ver a los amigos. Cansado de quedarme los sábados en casa por no querer salir. Cansado de la rutina. Cansado de querer huir de aquí. Cansado de no saber que será de mi. Cansado de no saber en donde estoy parado. Cansado de perder el tiempo. Cansado de amargar la vida a otros.Cansado de sentirme feliz un día y al otro hundirme. Cansado de tener ganas y terminar sin hacer nada. Cansado de añorar.

El psicólogo, las microdosis, los amigos, los libros, la escritura, son paliativos. Sé muchas cosas, pero no sé como hacerlas..

domingo, 4 de marzo de 2012

Las partes, yo, el todo social

Siempre he creído que hay un modo de hacer las cosas. Por eso me gustan las reglas de etiqueta, la hora del té inglesa, el ritual del mate argentino, la moda: vestir bien, saber que va con qué y lo que nunca se combina.
Creo que todo en esta vida tiene un por qué y un cómo, no hay generación espontanea, si se hace de tal o cual manera es porque obedece a algo mas que mero gusto. Detrás esta toda una historia y un significado.

Tal vez por ser así Acuarela teme que me convierta en un intelectual orgánico* y ayude a perpetuar el orden de cosas existente. Y acepto que puedo ser muy funcionalista y creo en un sistema organizado. Pero el caos también es sistema.

Tal vez por eso soy sociólogo, porque me gustan las reglas. Pero aparte de sociólogo soy gay, y me considero más bien de centro izquierda. Y se puede decir que a  pesar de mi "gusto" por las reglas, nací para romperlas. Y en ese gusto (casi obsesión) por las reglas, y mi persona que me hace romperlas, esta mi vocación y convicción para ser sociólogo, no sólo desacatar por desacatar, sino saber si sirven o son obsoletas, y estudiarlas  ya que la sociedad no funciona sin reglas.Sin embargo, habrá muchas cosas que no me atreva a cambiar, tal vez porque soy romántico y me gusta hacerlo a la "old way". Tal vez porque no soy muy crítico, se lo dije lejos de aquí, que a mi me gustaba su lado crítico. Siempre tiene que haber algo que pueda ser mejorado. Si,  a veces le pueden decir que esta en contra de todo, pero me gusta porque no es conformista.

Yo también me considero complaciente, me gusta dar fiestas y ser el anfitrión, hacer sentir bien a los invitados... organizar, comprar, ofertar que mi casa sea la suya  por un momento, verles disfrutar y estar atento, al final lavar los platos sucios. Mi educación en casa me hizo formarme así, tal vez por eso no me atreva a cambiar o criticar muchas cosas.

Pero también me duele la pobreza y me jode la miseria. Claro que quisiera un mundo diferente, un modelo diferente donde no se fomente la riqueza de pocos y la pobreza de tantos. Donde no se utilice la violencia y no vivamos en este mundo voraz y antropófago, donde el hombre se confunde con la máquina y el paisaje y todo termina siendo explotado y llevado casi al exterminio. Un mundo donde no vendamos el alma al diablo, el hermano al dinero, por un poco de placer.

Ella dice que es antisistema, a mi me parece que sin sistema todo es anarquía y de la desorganización nada sale. "Un nuevo sistema" terminaría siendo impuesto y es el cuento de nunca acabar. Ciertamente no puedo estar de acuerdo con un sistema que esclaviza y genera dolor. Es mi obligación y deber el querer cambiar, lo acepto gustoso, tratar de romper los paradigmas que atan, que duelen, que hieren. El problema es como lograrlo en un mundo social y sin renunciar al bienestar propio.

Será que soy cobarde, o tan contradictorio como el propio sistema, será que soy engendro de esta post-modernidad, será que hay poco hombres realmente revolucionarios, en toda la extensión de la palabra, de esos que rompen con el sistema aunque este caiga en sus cabezas y les hiera y tengan que empezar de cero. Será que no quiero pensar que todo esta jodido. Será que al final simplemente no sé nada