jueves, 29 de septiembre de 2011

Nosotras las putas

Siempre creí que para ser puta se tenía que nacer. Yo lo había intentado otras veces, pero nunca con buenos resultados. Siempre había algo que se interponía entre mi meta de ser puta, me daba miedo, creería que todos se enterarían, que me dirían de cosas, que me iría al infierno. Pero yo quería ser puta, aunque fuera solo una noche.

La verdad es que he cambiado mucho desde la última vez que nos vimos. Tu sigues creyendo que soy la niña inocente, la enamoradiza, a la que cualquiera hace pendeja; crees que debes cuidarme porque tu si eres hombre de mundo, y que por el simple hecho de ser hombre sabes más que yo.

Pero te equivocas, ya no soy la misma. Antes, me parecía inconcebible la simple idea de sexo sin amor, yo no podía separar ambos, creía que venían juntos, qué equivocada estaba. Fue después de ti, que supe como ser puta, no creo que haya sido el mejor motivo, pero así fue.

Fue tu desprecio, el saberte feliz con tus ligues de fin de semana, fue el tener una alta autoestima, fue mi cuerpo seco de caricias por meses (desde que me dejaste), fue el alcohol, fue la necesidad de sentirme guapa, fueron las ganas de usar a alguien, quería demostrar que aun podía seducir a alguien, fue un antro muy alejado de mi casa.

Sigo creyendo que no es fácil ser puta, pero tampoco imposible. No es fácil porque para empezar debes librarte de dilemas morales, olvidar lo aprendido en el catecismo y en las tontas películas de Disney.  Tienes que aprender a utilizar tus encantos, a ser coqueta, sin ser ser demasiado obvia, eso si quieres ser una putona decente, porque debo decir que hay varios tipos de putas.

Las putas que quieren probarlo todo y sentirlo todo.
Aquellas a las que les falta algo, amor, y tontamente creen que en noches de sexo ocasional van a llenar ese hueco en el estomago.
y las putas resignadas, como yo.

Porque ya me resigne a no encontrar a nadie, y a decir verdad no lo necesito. Voy de cama en cama, de tanto en tanto para darle a mi cuerpo lo que se merece y  necesita. Yo no soy como aquellas que buscan el amor en donde no esta, yo simplemente relleno con paliativos los agujeritos de mi existencia.

También hay putas nada recatadas, aquellas que presumen sus encuentros sexuales. De las que ya todos conocen código postal y marca de calzón. Las que disfrutan pavonándose al decir que se han acostado con tantos, y después se indignan porque las llaman putas. Yo debo decirte que no soy como ellas, soy puta pero no pendeja. No quiero quemarme ante medio mundo, por eso soy más lista que ellas, me relaciono con hombres que no se conocen ni conocen a mi círculos sociales. Porque no tengo nada en contra de las putas pero por favor sean discretas!

Hay putas que cojen con cualquiera, digo son putas. Pero yo creo que ese no es el chiste, si yo tuviera su cuerpo  me cotizaba poquito y no abría las patas a cualquier extraño. Si eres puta y estas bonita, mínimo debes ser selectiva, que sepan que eres puta, pero que te echas a puro güey guapo y de buen cuerpo. También ahí que considerar eso en tu reputación de puta, total si ya lo eres y ya lo dicen, de jodido que digan que eres una puta de esas inalcanzables.

Tampoco cobramos porque no es nuestro oficio, lo hacemos porque lo necesitamos, porque el cuerpo lo demanda y la mente lo permite. No soy puta de tiempo completo, ni siquiera reconocida.

Nosotras las putas también sentimos, aunque veamos a las personas como objetos, y nos convertimos en uno.












miércoles, 28 de septiembre de 2011

La otra homofobia

Damian lanzó la convocatoria: cualquiera podría escribir en su blog una entrada, el tema libre, aunque dijo estaba interesado en asuntos de no discriminación a personas LGBT.
Yo decidí participar y le envié el texto que re-posteo a continuación, y el cual el blogero peruano tuvo a bien en publicar. Hoy Damian cuenta con otra colaboración 


http://todosobredamian.blogspot.com/2011/09/diferente-no-es-malo.html


Un caluroso saludo hasta Perú, querido Damian.
Y sin más publicidad, aquí esta el texto




La otra homofobia.

Hay una forma de homofobia que es menos visible, es casi imperceptible pero no por eso menos dañino. No consiste en golpes, insultos o prohibiciones; no se te denigra, ni se te expone por el hecho de ser gay. No es física, ni psicológica. Es más bien parecida al efecto de una gota que cae sobre la piedra, poco a poco se daña y ni cuenta te das.

No sé si pase muy a menudo, pero tengo la sensación de que sí. Dicha muestra de homofobia es tan imperceptible, tan fina y delicada, que puede pasar inadvertida, muchas veces quien la ejerce ni siquiera se da cuenta de sus actos.

Dicha forma de homofobia puede venir de quien menos lo espera, de quien más te quiere: padres, amigos o nosotros mismos. Es la homofobia de los comentarios cotidianos, pero no los comentarios que hablan de chistes sobre gays, ni los que les critican. Son los comentarios que pueden aparentar mostrar piedad por ti, por el hecho de ser gay.

Porque no tendrás hijos, porque los gays no son felices, porque todos son promiscuos, porque por ser gay se te cerraran muchas puertas, porque no te podrás casar, porque no, no podrás hacer muchas cosas… Es un poco parecido al caso de las personas con capacidades diferentes, muchas personas les dan trato especial porque los “pobrecillos” no pueden, y al final terminan tragándose el cuento.

Así muchos de nosotros podemos volvernos discapacitados mentales. Muchos ven la homosexualidad como un problema, una falla. “sería perfecto si no fuera gay”, estoy seguro muchos padres deben pensarlo, muchas chicas celosas, muchos chicos celosos. El problema es cuando te lo crees, cuando piensas que no eres apto para adoptar, para casarte, para ser feliz.

¿Por qué no ver en lo que algunos llaman defectos, tu mayor fortaleza? Claro que se presentaran problemas, sufrirás discriminación, malos tratos y de apodos peyorativos. Pero ¿por qué no luchar por cambiar tu entorno? No me refiero a ser activista, ni ir a la marcha, ni lucir una pulsera con la bandera del arcoíris. Hablo de tratar de cambiar tú alrededor, hacer comprender a las personas con las que tratas, que eres una persona igual y tan capacitada como ellas mismas.

Como en el discurso de género, no se trata de igualdad, sino de equidad. Buscar el tener acceso a lo que como personas nos corresponde, sin importar sexo, edad, raza, religión, ni orientación sexual. No se trata de ir pregonando tu sexualidad, aunque siempre es válido, sino de integrarnos al mundo. Distinguirnos, si se quiere, pero sobre todo ser equitativos. No te limites a ti mismo, no seas el productor de tu propia homofobia.





martes, 20 de septiembre de 2011

Como si fuera la primera vez

Son días raros, bastante raros. A veces siento que orbito en una onda diferente a la de los demás, algo ido, algo ensimismado, pero siempre alejado. Despistado, "complicado y aturdido".

Me muestro con incertidumbre sobre lo que pasará. Falta un poco más de un año de carrera, así que siento que estoy viviendo el final de esta etapa, y por consiguiente tengo que comenzar a planear lo que haré después.   En el caso de buscar una maestría tengo que comenzar a a hacer mi tesis.Pero no todo se reduce a una tesis, pues no es mi única opción. A veces solo quisiera terminar la carrera y marcharme, no sé a donde solo marcharme.

Tengo problemas con mi cuerpo, uso ropa holgada porque no puedo usar algo más skinny, porque ya no estoy "skinny". He aumentado una talla, no es mucho, pero creo que me estoy comenzando a traumar, pero sobre todo no me gusta el hecho de usar ropa mas holgada, porque tampoco me siento bien con ella.

También me ha crecido el "derrière", cosa que no me preocuparía tanto, si no fuera por el interés que genera. He cachado a mas de uno en la calle mirando esa parte de mi anatomía. Los amigos del salón no se cansan de hacérmelo notar y a veces hasta meter mano. Y aunque puede ser atractivo y un arma para la seducción, no siempre es bueno llamar tanto la atención.

En cuanto a relaciones, no hay pretendientes, ni propuestas pero hay cosas que me confunden. La verdad no busco nada, me conformo con noches de sexo ocasional. Con las cuales no pretendo cubrir la parte afectiva, solo sirven para darle gusto al gusto y aumentar mi ego.

Toda esta inseguridad, cambios, incertidumbre me hace suponer que no es la primera vez que lo vivo. Me parece estar pasando por una segunda adolescencia (sin acné, ni cambios extremos en mi cuerpo), pero que generan en mi mucha inestabilidad.

Desde hace como dos meses que algunas personas cercanas a mi me dicen que estoy cambiando físicamente, Josep llegó a comentar que notaba un cambio en mis actitudes. Aunque yo me sentía igual que siempre, creo que me lo estoy comenzando a creer. Será que estoy madurando? que mi cuerpo se hace viejo?








domingo, 18 de septiembre de 2011

Reflexiones sobre el futuro

En este puente por las fiestas patrias viaje al DF, con toda mi familia y mis primos y tíos, todos por parte de la familia de mamá. Hace tiempo que no viajábamos así, todos juntos. Así fue que viajamos a Mazatán, Guayabitos, Guanajuato y otros lugares.

El 15, dia del grito, me la pase junto a mis primos en la tradicional plaza de Garibaldi y en un billar, es muy divertido estar con mis primos, debo reconocer que soy el que mas se aleja de la familia, siempre ando metido en mis planes, pero me agrada bastante estar con ellos.

Al día siguiente salí con Max, mi primer novio y a quien le escribí su retrato, publicado aquí. Fue nuestra platica la que me hizo reflexionar y escribir esta entrada. Hablamos de muchas cosas, sobre nuestros estudios  nuestros amores, nuestros temores, planes, lo que esperamos del futuro y claro sobre la violencia que impera en nuestra región (aunque vive en el DF, el es tan lagunero como yo).

Hablamos sobre el hecho de querer escapar de aquí y sobre la situación horrible por la que pasamos los habitantes de la región. A mí siempre me ha gustado viajar, desde niños hemos tenido esa oportunidad gracias a mis padres, pero últimamente se ha convertido en una necesidad el conocer o volver a tierras lejanas. Porque allá, no hay balaceras, hay vida nocturna y se vive relativamente tranquilo.

Sobre eso giraba nuestra plática cuando le pregunte, sobre que creería que escribiríamos los de nuestra generación. Porque ciertamente creo que estamos atravesando por una etapa histórica, algo que si no se cuenta el los libros de historia oficial, si será mencionado en los de contrahistoria. Ciertamente puedo decir que hubo un antes de esta "guerra contra el narco" y habrá un después.

Max cree que los de nuestra generación (tengo la pretensión de mencionarme como futuro escritor de profesión) hablarán sobre fantasía. Que los escritores mexicanos que atravesaron por esta etapa volcarán sus letras a la imaginación, para evadirse de esta cruel realidad. Según sus predicciones, cuentos, ciencia ficción y novelas que no hablen sobre el narco, serán la producción de nosotros.

Yo hasta cierto punto apoyo su teoría, pues en lo personal no siento atracción hacia las películas de esta temática, y hablo de "El infierno" de Luis Estrada y el documental "El sicario" de Charles Bowden, la primera relata a tono de sátira la situación y el documental es una entrevista a un ex-sicario que narra los modus operandi de los cárteles. También rehuyo a los periódicos amarillistas que cuentan sobre los muertos de la ciudad, con imágenes que poco dejan a la imaginación.

Yo no siento esa fascinación de muchos por los narcos, no visito blogs, ni veo noticias que hablen del tema, ni veo vídeos. Sin embargo no se me puede culpar de evitar la realidad, pues la vivo a diario. Y es allí donde puedo estar no tan acuerdo con los pronósticos de mi amigo en cuanto al destino de las letras mexicanas. Pues me parece que no se puede evitar el tema, menos cuando lo has vivido a diario. Tengo conocidos que han muerto, otros a los que han levantado (secuestrado), he estado en dos "balaceras", he visto con impotencia como bajaban a una señora de carro a punta de pistola para llevárselo.

Es imposible no hablar de ello, no mostrar indignación, cuando tu sueño se ve interrumpido por el ruido seco del plomo, cuando no puedes salir tranquilo por las noches, cuando has visto llorar a un niño pequeño porque ha estado en medio de un enfrentamiento armado, cuando ruegas porque no le pase nada a quienes quieres, cuando simplemente no puedes vivir tranquilo.

Yo creo, que si de adulto sobrevivo y escribo, tal vez en alguna de mis obras toque el tema, pues es algo que ha trastocado mi vida, y la de todos los que habitamos en regiones como la mía. Prueba de ello es el sueño recurrente en que estoy en medio de una refriega y despierto muerto de temor, además de patrones de conducta y pautas que dentro de esta cultura del temor la sociedad hemos adoptado.

Pienso que tal vez habrá quienes escriban sobre fantasía, pero también creo que mal haríamos si lo olvidáramos, si no lo mencionáramos.








martes, 13 de septiembre de 2011

Efimero


Podemos pasar la noche juntos, pero no la vida entera.



martes, 6 de septiembre de 2011

The border/ La frontera


La impresión general que dan esas ciudades
fronterizas es que son sórdidas y dormilonas,
polvosas y desoladas, lugares donde se
mezclan los pobres con los criminales.
A decir verdad, muchas son así. Pero la frontera
también es sensual e hipnotica,
misteriosa y mágica, confiada en si misma
y de noble fortaleza.
Cambia los pesos en dólares, los seres humanos
en ilegales, la inocencia en hedonismo.
Tom Miller


Solamente estando allí pude comprender lo que trato de reflejar la autora del cuadro. Claro que ella por ser artista lo hizo de una forma poética. A mí siempre me han parecido horrorosas las pocas ciudades fronterizas que he conocido. Para describir el centro de Ciudad Juárez, solamente se me ocurre una palabra: decadente. Edificios viejos, ruinas de gloria pasada; basura, borrachos, prostituas, gente que va a prisa, el noa noa reducido a cenizas. Reynosa laberíntica, amontonada, terregosa, confusa, pobre. Tijuana junto al mar, un lado lleno de gaviotas y uno lleno de basura, jóvenes gringos buscando aventura, mucha gente. Las ciudades en la línea se convierten en una babel de todo México y Latinoamérica: oaxaqueños, veracruzanos, laguneros, michoacanos, zacatecanos, de todas partes del país llegan, unos de paso, otros resignados a quedarse.

El cuadro muestra una parte industrializada, con chimeneas antropomorfas, smok , electricidad, edificios altos, concreto,  en el cielo la bandera de la nación. México es orgánico, flores que remiten a sexos, las ruinas de una pirámide, ella sostiene una banderita que se me afigura de papel china, ídolos de piedra, la muerte…

Fue después de comenzada esta maldita guerra que sentí  la diferencia. Desde joven he ido a la frontera, he pasado la cicatriz, pero nunca había sentido nada igual. Mientras dejaba mi país, con el sonido seco del plomo y la sangre regando tierra, entre a la ciudad más segura del vecino. Solo allí fui consciente de tanta in-diferencia, mientras acá hay pobres, el más pobre de allá vive como clase media;  las calles de allá bien trasaditas y su “freeway”,  aquí un laberinto confuso; allá llovía y escurría el agua por las canaletas que nos llegaba como con las remesas.

Cuando llegue a El Paso, sentí seguridad, acaba de pasar por la ciudad más peligrosa del mundo. El olor era diferente, Juárez apestaba a muerto, a los 5 700 cadáveres que se llevan hasta el momento. El Paso olía a nuevo, pero los aires de aquella ciudad siempre me enfermarán.

Fue tristísimo el hecho de sentirme más seguro en aquella tierra, más seguro pero no más cómodo. Allá puedes salir hasta tarde, no hay balaceras, ni levantones. Pero le falta color, un poco de desorden, de amontonamiento, de olores y de gritos de merolicos.

Se puede ver concentrado en aquellas poblaciones las contradicciones del sistema, las dicotomías de la vida. La ciudad futurista, la ciudad-pueblo anacrónica, el presente de dos naciones. La autora no pudo ser capaz de pintar la situación en que viven ahora los que habitan la frontera ¿Quién lo sabía?




jueves, 1 de septiembre de 2011

Quisiera



Ser amante, cambiar mi nombre, no tener vergüenza, ser cocinero, convertirme al budismo, dejar el cigarro,  no usar calzones, ser mujer, escribir un guion para película, amarte, ser pintor,  comer chayotes, ir al gimnasio, dejar el cigarro, perder el pudor, ser un superhéroe, no comer carne, vivir solo, ir a misa los domingos, ser indiferente, enamorarme en jueves, no perder el tiempo, ser puta, dormir temprano, usar traje y corbata, volar, ir a una playa nudista, ganar más dinero, no enamorarme tan fácil…

No todo es imposible