viernes, 25 de enero de 2013

Terapia

Me pregunto que hubiera pasado si no estuviera en terapia psicológica desde hace casi un año. No sé si escribiría más, me doy cuenta que desde que empece el blog la cantidad de entradas decrece a casi la mitad del año anterior. Tal vez seguiría confundido, definitivamente muchas cosas me confunden pero tal vez seguiría en esa adolescencia que sigo sin dejar ir del todo. ¿Habría terminado la carrera y hubiera brindado con los amigos, como lo hice? o ¿la habría dejado en  un receso indefinido? A lo mejor para estas fechas ya tendría una ulcera gástrica enorme y muchos kilos de más. Tal vez seguiría sin pareja como hasta ahora, o puede que tendría un novio que me hiciera tan infeliz como feliz. Puede que en esa vida que no sucedió terminara sucumbiendo a los ansiolíticos, y continuara escribiendo textos finos cargados de pasión y amargura. Que descuidara más mi imagen y mi cuerpo no sería cosa rara. Y si se me trepara lo nihilista más de lo común puede que terminara odiando a todos más de lo que ya lo hago. Los amigos no serían tan importantes y seguiría enclaustrado en mi cuarto con los libros y las películas online sin tener la oportunidad de vagar por toda la casa. Tendría la mirada extraviada en la nada, escurriéndose por el cielo limpio de nubes. Tal vez me angustiaría tanto el verlo con su nuevo amigo besarse enfrente de mi que terminaría corriendo en busca de un baño para vomitar. El engaño descubierto vía Internet hubiera terminado con mi fe en la humanidad. Soñaría despierto y como un sonámbulo recorrería las calles para no despertar y enfrentarme a la vida. Y me sentiría mal logrado al no tener dinero para comprar ropa cara. La muerte me hubiera tomado por sorpresa y hoy sentiría ese hueco que, si no sabe como taparse, forma un agujero negro que traga todo lo que hay a su alcance. La soledad se sentiría más y por eso inventaría más tragedias.    Temería más a la vida de lo que ya lo hago. Seguiría frustrado contra el sistema pero encausaría esa frustración de la manera incorrecta y terminaría dedicando mi vida a una batalla épica e interminable y por lo tanto sin ganadores, en vez de las pequeñas batallas que emprendo día con día y que me hacen sentir glorioso.