Para Mamá

Pues como ha sido el cumpleaños de mamá había que hacer algo especial. No había suficiente money para regalos, al menos no por parte mía, pero hay mucha creatividad y disposición, así que gaste lo poco que tenia en ingredientes para hacer brownies, yo se que es más fácil comprar un pastel en la pastelería, pero sabes como son las madres y cualquier cosa que hagan los hijos las llena, jeje. Lastima que a los 19 uno no pueda seguir regalando cartitas y dibujos hechos a crayón jeje.

Así que al medio día después de llamar a Katia y a su madre, para que me aclararan unos puntos sobre la cocina, pusimos manos a la obra, y digo pusimos porque Oder también ayudo, y entre los dos batimos la masa y horneamos. El resultado, pues no son los brownies más sabrosos que haya probado, pero teniendo en cuenta que para dos hombres que en su vida se habían acercado al horno, estuvo bien.


Los brownies estuvieron justo a tiempo para cuando mamá llego del trabajo, y si bien no los amo, jeje le gustaron y reconoció el esfuerzo, sobre todo por parte de Óder que es medio cabeza fría. Después de un rato llego mi jefe con comida, pues en su cumpleaños no parecía muy justo que mamá cocinara. Comimos en familia, cantamos las tradicionales mañanitas y cada quien tomo su pastelito.


Después no fuimos a casa de mi abuela, la madre de mi madre. Allí esperaban todas las tías y tíos a que llegara mamá, y de nuevo más mañanitas y pastel, los regalos y las pláticas. Las memorias de juventud, los deseos de una buena vida, si bien nos son tan viejos, supongo que a su edad y como están las cosas, ya no se busca una vida larga.


Regresamos a casa y mis padres se dirigieron a la funeraria, pues un vecino de toda a vida falleció. Ya grande el señor y dueño de un minisúper. Pobre mi madre su cumpleaños en una funeraria, pero temprano había festejado con quienes han y hemos estados presentes toda su vida