La luz entra sin el filtro del esmog y la contaminación, sin el color gris del asfalto y la ciudad. Siento como el azul intenso inunda mis pupilas y por instantes creo que mis ojos pardos se tornan del mismo color.
El viento, canción milenaria, esta saturado de nada. Lleva la eternidad en su sonido limpio de cláxones y sirenas. Transporta el canto de los pájaros que se ocultan entre las mismas ramas de los arboles que lo hacen sonar.
Es tal el encanto de las aguas de este río, que los pobladores dicen que quien bebe de él se queda a vivir aquí. Yo sólo se que sin duda volveré...
La naturaleza es mi psiquiatra, cada fin de semana me paseo unas horas por montes, bosques, valles y rios, y lo que gasto ahí lo ahorro en psiquiatra.
ResponderEliminarUn abrazo.
me gustaría hacer lo mismo, lo que me ahorraría del psicologo! haha, pero eso lo toco en otro post.
ResponderEliminarUn abrazo enorme para ti también
que bonito, aqui tengo la belleza del horizonte y el mar turquesa inmenso y envolvente...pero aveces extraño los bosques y los montes...y el frescor de esos lugares XDD aqui me achicharro ajjaja, saludosos
ResponderEliminarNecesito pronto escaparme a uno de esos hermosos sitios...
ResponderEliminarGracias por llevarme a este a través de tus palabras.
Paz, Amor y Alma