Viernes III: El postre... una buena noche

Después de que se fue el amigo de Celina y Andy, se llego lo que buscábamos desde hacia tiempo. Saciar las ganas que nos traíamos después de no vernos por un tiempo y que se habían acrecentado horas antes al darnos el primer beso de aquella noche.


Así que en cuanto se apagaron las luces, se dejo de oír ruido y nos acostamos en aquel sofá-cama de la sala de Celina, comenzó el verdadero show, lo demás eran calentamientos, y comenzamos a besarnos, acariciarnos a sentir y explorar el cuerpo del otro. Cuando menos lo pensé estaba arriba del cuerpo de Niki sacándole la playera y besándole todo el cuerpo, su pecho blanco y su delicado cuello. Y no paso mucho tiempo para que el hiciera lo mismo y acabáramos los dos desnudos.

Mientras estábamos en aquella posición indecorosa llego Celina, lo bueno es que como toda una dama procuro hacer ruido antes de llegar a la sala, para no encontrarnos en un acto comprometedor. Y así fue porque en cuanto la oímos cada quien a su pedacito de cama y bien tapados hasta el cuello jeje. En cuanto se fue seguimos con nuestra tranza amorosa, pero no tardo Andy en regresar por no sé qué cosa que había olvidado, y nosotros aun en pelotas, tan prendidos y aún sin haber podido disfrutarnos mutuamente. Misma técnica te tapas hasta el cuello para que no sepa que pasa debajo de las sábanas.

Al irse las dos y después de un rato reanudamos, no desde nos habíamos quedado, sino desde antes para volver a tomar el ritmo y disfrutar mucho mas. Y estábamos los dos, como hacía tiempo quería que estuviéramos, en la intimidad de un cuarto, con la noche sobre nosotros y con todo el tiempo del mundo, jeje. Y el acto amoroso llego a donde no pudimos avanzar por falta de globos y algún lubricante que resbalara, jejeje. El forro no lo conseguimos, pero fue cuestión de buscar en el botiquín de Celina para encontrar una crema jeje.

Y a partir de allí las cosas no salieron tan bien jeje, era su primera vez con un hombre, su primera vez con alguien. Lo cual me llenaba de emoción y me hacía sentir un amor y una ternura infinita hacia él. Yo tenía un rato sin practicar las artes amatorias y estaba un poco fuera de lugar, y cuando él quiso ir un poco más allá de mí, no se pudo, pues solo pocas veces he tomado ese papel y ambos no sabíamos muy bien cómo hacer jeje, par de tontos inexpertos.

Así que se molesto, o así lo tome yo, porque me dio la espalda y se quedo callado. Pero el enojo no duro mucho, bastaron unos cariñitos, palabras bonitas, besos en el cuello y unos minutos para volver a la acción. Y comenzó de nuevo el jugueteo ahora le tocaba a él, pero debido a que era su primera vez, tampoco logramos nuestro acometido, así que ni hablar, después de un rato nos dimos por vencidos y decidimos seguir con otros juegos…

Después de rato, y ya más calmados y agotados, llego el tiempo de dormir, uno junto al otro, abrazados y desnudos. Con el cuerpo de a quien tanto quiero entre mis brazos con su cuerpo de eterno adolescente, blanco y delgado, delicado y que al mismo tiempo guarda una fortaleza increíble. Era simplemente feliz.

El Niki es buen jugador, mostro un buen desempeño, supongo que lo que falto fue un poco de práctica por parte de los dos, pero bien dicen “la practica hace al maestro” y hay cosas que solo con la práctica se logran mejorar