miércoles, 7 de julio de 2010

Ahora puedo reír

Cuando paso por malos momentos, o me encuentro en una situación incómoda, suelo pensar: “algún día me reiré de esto”, como si fuera un mantra, que repetido a mis adentros me calmara.


Hoy puedo reír, después de este extraño fin de semana puedo reír a carcajadas de la vida, de las circunstancias, de mí, de todos….

Las elecciones se llevaron a cabo, en un clima algo raro, tanto climáticamente hablando como emocionalmente… el día era gris y lluvioso, en todo el fin de semana el señor sol no fue visto, pues las nubes arrastradas hasta esta árida tierra traídas por Alex, no lo dejaban asomarse. Y había un clima un tanto tenso debido a la de violencia, ya habitual en esta ciudad, que podía encausarse a entorpecer las elecciones para gobernador del estado, ayuntamiento y diputados locales, este último en las cuales competía mi Jefe (papá).

Había olvidado comentar en este blog que mi padre fue candidato a diputado y que parte de mi ausencia fue por ayudarle en su campaña. También fue esta una de las cosas por las cual últimamente me sentía cansado, con el animo decaído y frustrado, pues es estresante y agotador ayudar en un campaña política de un partido joven y con no muchos recursos.

Pero bien que mal, ya salimos. A mi padre le fue bien, no gano las elecciones, pero le fue bien. Todos éramos conscientes de que no ganaría pues una de sus contrincantes era parte de una doble oligarquía, por una lado es miembro del partido más viejo de México y del que siempre ha llevado el poder en la región, aparte de ser la heredera de una familia con mucho poder económico y político en la región. Sin embargo el intento se hizo y por nosotros no quedo.

El domingo fue muy cansado, pues fui parte activa por parte del partido al que pertenece papá, en las pasadas elecciones. No diré cual fue mi papel porque es meterse en muchos rollos institucionales y partidarios, el chiste es que todo el día anduve en chinga de aquí pa’ allá y de allá para acá. Ese día no probé nada de bocado, puros líquidos y sumado a la falta de sueño, termine destrozado y en mi cama hasta la 1 de la madrugada, hora en la que finalice todo lo que debía hacer.

Pero hoy puedo reír, de los dos meses de campaña (que tuvieron momento gratos y otros no tanto), de mi noche del sábado, que merece mención aparte y toda una entrada (o varias), del vidrio roto de mi coche (un acto criminal)… en fin puedo reírme hasta de haber estado deprimido por aquel que me dejo…

Sin duda alguna fue un muy buen fin, donde experimente todas las emociones humanamente posibles, donde aprendí mucho, donde compartí experiencias. Ahora si puedo reír, hasta a carcajadas de la vida, jejeje. Pero bueno andaré con cautela, no vaya a ser que por burlón me meta un traspié... Saludos!

6 comentarios:

  1. eso! a reirse!! ja-ja-he-he-jo-jo

    :D
    Descansale y recobra energia!

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  2. es bueno que te puedas reir de las cosas peke, porque al final, como tu dices, pasan y no hay que darle más vueltas al asunto.

    Me alegro que este bien mi mexicanito lindo y que trabajas tanto con tu padre, porque eso seguro que os habrá unido un poco mas.

    Bueno, había que intentarlo, no...

    Un beso cielo y cuidate mucho mucho mucho, que tu caballero español te esta esperando con los brazos abiertos.

    MUACH

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  3. Después de la tempestad llega la calma. Mucho mas aun después de un trabajo bien hecho. Un abrazo

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  4. Es curioso el sentimiento de unión y fraternidad con personas que luchan por tus mismos ideales. Por mejorar la vida. Por intentar cambiar las cosas.

    Es agotador, pero te deja la sensación de hacer todo lo que uno puede y eso es para sonreir y para sentirte muy satisfecho.

    Un beso bien alegre!

    P.S.: Yo también digo "con el tiempo, esto que ahora me parece tan grande, será insignificante" y me ayuda.

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  5. Aquí se dice que quien hizo lo que pudo no está obligado a más e hicisteis lo que pudisteis.

    Me alegra que puedas reír, siempre hay un momento para olvidar los malos tragos, para verlos como algo mucho menos importante, incluso insignificante, como algo que uno ya supero... Por suerte no hay mal que cien años dure...

    Un abrazo,

    PFE

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  6. mi media naranja tambien esta ayudando a su viejo en algo parecido, le quedara la experiencia a tu viejito

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simplemente gracias por comentar