Me encanta viajar y estos 3 años de carrera me han dado la
oportunidad de viajar por lo menos cada seis meses: Xalapa, Guadalajara, Puebla,
Aguascalientes, Toluca… Toluca “la bella” me gusto para enamorarme y
desenamorarme, para ser mas objetivo y ver con claridad.
A la ciudad también viajó Niki y después de los abrazos, los besos y el
sexo quedo un raro sabor en mi boca, lo acepto pero no me resigno. La cosa
quedo más clara, (acaso ya no lo era?). Pero lo acontecido ayudo a que de una vez
por todas me caiga el 20.
No me arrepiento de nada, lo tomo como lección de vida, algo
necesario para crecer, para inspirarme, para formarme, para hacerme más fuerte.
Como diría Lydia “nuestras vidas son muy complicadas, pero son parte de la vida
tan fuera de serie que tenemos, no somos iguales que los demás.( Nuestra) Vida (es)
dramática y complicada, si no fuera así nos aburriríamos. Como buenos artistas
debemos de hacer material polémico para nuestra biografía, si no, no se
venderá. Tenemos que tener escándalos sexuales, amores pasionales, adicciones,
destruirnos para volver a construirnos”
Y tal vez el comentario es egocéntrico y hasta iluso, y todos
pasamos por amores pasionales y de especiales no tenemos ni el apellido, pero
solamente así me puedo sentir vivo, sangrando, llorando, riendo, amando
desesperadamente. No es que sea masoquista (no mucho), ni me considero como comento un
blogger “negativo, cuasi antisocial”. Soy un soñador, un perfeccionista, utópico. Me
falta empaparme de lo “mundano” ser más de aquí y menos de las estrellas.
Aunque debo decir que tanta mundanidad
me da miedo, me da miedo perder el brillo, la ilusión y la inocencia. Me da
miedo aceptar mi relación con Nikki como natural, acostarme con él un día y al
otro buscar a alguien más. Me asustan la frialdad de mis palabras y acciones. Porque
mientras estábamos en Toluca dormí con él, y al otro día se fue con un chico. Y
aunque esto me saco de onda al principio y medio me bajoneo, después lo acepte
tal como vino, no éramos nada y yo podía hacer lo mismo. No lo hice pero
termine divirtiéndome mucho esa noche con mis amigos, a pesar de que había visto
como se iban juntos. Este episodio me dejo pensando y algo
confundido. Será acaso que me estoy “deshumanizando”, que ya no siento como
antes y la vida me da igual? Será acaso signo de una madurez emocional?
Desde hace tiempo vi una frase en una película
francófona y me sentí identificado, fue como si aquellas palabras fueran
escritas para mí.
“eres un pez de aguas profundas. Ciego
y luminoso. Nadas en aguas turbulentas con la rabia de la era moderna, pero con
frágil poesía de otros tiempos”
Las aguas turbulentas son esta situación
y el “amor liquido” que se vive ahora, donde todo es tan efímero y se acepta el
hecho de poder tener una relación como la que mantengo con el Nikki; nado con
la rabia de la era moderna al entrar al juego, encamarme con uno y otro, besándolo
hoy sin saber que pasara mañana; la frágil poesía de otros tiempos se encuentra
en el hecho de que ahora sé dar mi amor, y de que aun no he perdido la
esperanza de encontrar a alguien que me corresponda y con quien pasaré momentos
hermosos.
Romper los paradigmas del amor,
aceptar lo que me toco vivir, pero sin dejar la búsqueda eterna y errante del
amor. Encontrarlo en los viajes, los días, los antros, las noches, los restaurantes,
en el mercado, las cantinas, los parques y las aulas. El “amor” de una noche,
de una hora, de unos cuantos días.
Lo acepto pero no me resigno a vivir
con un pedazo de ti y tener solo cabida en tus noches de bebidas.
No te puedo odiar por ser como eres,
ni me puedo culpar por quererte como te quiero y tratarte con adoración. Solamente
soy culpable de caer, de no ser tan fuerte, de no saber resistirme, no poder
decir no a tu piel blanca y tus ojos claros.
Cuando más joven dibuje un hombre de
ladrillo hecho ruinas, que era reconstruido desde sus cimientos, sobre la obra
ondeaba una banderita que decía: “hazme mas fuerte y sin corazón” Aun hoy no he
perdido el corazón, pero soy mas fuerte. He pasado por cosas que me han hecho
crecer y ser el hombre que soy hoy.
Un día una amiga me dijo: “ eres
muy guapo y un encanto, si fueras más alto me enamoraría de ti, claro si no
fueras gay” Yo puedo decir que no se enamoraría de mí, porque no sería yo,
porque mi baja estatura y el hecho de que me gusten los hombres me han hecho ser
lo que soy: mis locuras, mis manías, mis cansancios, mis bondades, mis habilidades,
están basadas en el hecho de ser como soy, física, anímica y mentalmente.
Hoy solo me queda vivir, respirar, trabajar, terminar el semestre, ver a los amigos, visitar a la abuela, recordar a mis muertos, soñar por las noches, cuidarme de día, enamorarme, leer, escribir, sonreir al ver al chico feliz por la escuela, dejar de fumar tanto, no coger tanto por un rato, cantar, ser feliz, dar gracias a la vida y decir: "árbol de la esperanza mantente firme"
Otra vez Frieda, otra vez partido a la mitad... la dialéctica de la vida.