domingo, 15 de noviembre de 2009

Señales antes de la partida

Regresando después de pasar 3 días en la sultana del norte, una ciudad, grande, maravillosa, moderna, aplastante, caótica, hermosa…


Para comenzar con esta serie de post, con este… “primero lo primero”, el miércoles fui a la central de autobuses a comprar el boleto para irme al día siguiente y estar allá a una hora razonable y tomarme el tiempo necesario para acudir a la toma de fotografía un paso necesario e indispensable para presentar el examen para le concurso de admisión.

Fui con mi madre que me acompaño, la central queda relativamente cerca de la casa de mis abuelos y debido a la enfermedad que aqueja a mi abuelo desde hace como un mes, mi ma tiene que acudir todas la noches a verle y darle tratamiento, así que aprovechando el viaje fuimos a comprar el boleto…

Y cuando llegamos a la central, todo tranquilo, hasta que Michelle se percato de un pequeño pájaro que se posaba sobre una vara seca, en uno de los jardines que están a las afueras de la estación… me dijo- mira Didi, que es eso?... yo voltee y le vi, era una pequeña lechuza, hermosa, color café, tan pequeña. si acaso un poco más grande que una paloma. Estaba allí mirándonos con sus grandes ojos redondos como platos y tan oscuros como la noche que comenzaba a cubrir el cielo.

Fue rarísimo verla allí, en medio de la ciudad, yo ya había visto un búho de cerca, alguna vez que salimos de viaje a esas cabañas en la Sierra a las que tanto nos gustaba ir. Aquella vez lo oí ulular y me acerque, para descubrir esa criatura tan hermosa y tan grande. A mi madre siempre le ha gustado esos animales de hecho tiene una pequeña colección de figuras de cerámica que representan a este animal.

Yo por estos días leo un libro sobre Japón, específicamente sobre las Geishas, y me quede sorprendido con su preparación, sus actividades, su función, sus costumbres, sus creencias, supersticiones y mitos… en ese país, o al menos en la época que abarca el libro, se tiene un fuerte sentido de superstición y misticismo… yo con eso en la cabeza en mente, pensé que tal vez el ver aquella lechuza el día antes de mi viaje significaba algo, espero bueno.

Así que al llegar a casa, me dirigí al ordenador a ver el significado que tenia este animal, en diferentes culturas… me topé con algo desalentador, jajaja. Al pobre animalito se le ve como emisario de la muerte, como torpe, como ave de mal agüero, como algo indeseado. Se dice que son brujas que toman forma animal jajaja.. Allí esta el famoso dicho “cuando el tecolote canta, el indio muere”

Pero recordemos que era una lechuza, o un búho o alguien de la familia de los strigidae (lechuzas, búhos, tecolotes) era el acompañante de Minerva o Atenea y dicho animal un mocheulo era su acompañante… y todos sabemos que Minerva era la diosa de la sabiduría, las artes y la técnicas de guerra, todo lo que estaba dispuesto a llevar a cabo para presentar el examen y entrar a la Uni jejejej

Bueno se que es raro y que este tipo de cosas no va con la razón, pero fue lindo ver a ese animalito acá, perdido en la ciudad…

3 comentarios:

  1. Pobre animalito. Muchos mitos hay en el mundo que tienen a los animales como malos augurios, o cosas así.

    Ya con los billetes en la mano, uuyy, que poquito quedaaaa.

    Un beso cielo

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  2. Hay quien dice "yo soy supersticioso porque trae mala suerte".

    Una lechuza no es más que un animal que canta de noche y su canto hace pensar en cosas tan tétricas como la muerte, pero de eso a que tenga que significar eso...

    Un abrazo,

    Josep

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  3. ¡Qué buen presagio, mi amigo! El buho es también símbolo de los abogados, nosotros tan abnegados, jejeje.

    Saludos, abrazos y besos desde la ciudad de los fraudes... digo, de los ángeles, jeje xD

    --Arminius.

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