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Unos bellos labios a medio abrir, muestran los dos dientes frontales blancos, finamente separados, perfectamente separados, los pequeños detalles son perfectos

El labio superior delgado y bien delineado con ese hueco en medio… entre nariz y labio, entre alma y cuerpo.  El labio de abajo prominente, hinchado, sin ningún surco,  como gajo de fruta en primavera,  suculento

Exhala una gran bocanada de humo y puede ver como su vida se agota, se eleva, se dispersa y se pierde en el aire… con cada salida de humo, segundos menos…

Acerca el porro a su boca y le da un gran toque,  puede sentir otra vez ese dulce sabor en su boca… aguanta la respiración… y con un movimiento dramático de su brazo traza un arco incandescente que alumbra la nada, la mente viaja el cuerpo se queda “Pies para qué los quiero, si tengo alas pa’ volar”

El cigarrillo se consume, igual que todo lo que empieza acaba, una ultima calada y arroja la “china” por los aires, que cae como meteoro fugaz a la tierra, donde después de unos segundos de seguir humeando se apaga…