Océanos y charcos, protagonistas y extras....

Cierta vez Max me preguntó, en la intimidad de la noche, en la comodidad de la cama y con esa sinceridad y honestidad que tenemos entre nosotros:


M: ¿Qué signo eres?
Y: Acuario… ¿por qué?
M: Con razón, tienes mucho de agua, de mar: inmenso, profundo, envolvente…
Y: ¿Tú crees?.... yo a veces me siento más bien como un charquito, un charco que la lluvia deja, poco profundo y con el agua turbia…
M: Eres todo lo contrario, para mi eres todo un océano, enorme, inexplorado, basto...
Y: Yo no me siento así.
M: Es porque eres un océano que pretende hacerse pasar por charco…


Y me quede pensando…. tal vez tenga razón, tal vez soy un cenote, que desde afuera puede parecer un pequeño ojo de agua, y que sin embargo esconde bajo tierra, en sus entrañas, túneles sin fin, desconocidos, que nunca han sido explorados.

O es como aquella frase que oí en una película: “Eres la actriz principal, ¿por qué te empeñas en un rol de reparto?”… tal vez ese sea uno de mis grandes errores, no sentirme y no creerme protagonista de mi propia vida, sino un rol de soporte en la de los demás... pero eso tiene que cambiar